Por culpa del atentado terrorista al World Trate Center en Nueva York nos encontramos de la noche a la mañana frente al peligro de una nueva guerra mundial. No se puede permitir que fanáticos religiosos radicales  y el ejército mejor equipado del mundo enciendan el fuego de una nueva guerra mundial. La historia de la humanidad nos enseña que en los tiempos de gran necesidad las plegarias han tenido por si mismas una gran repercusión. De ello hay suficientes ejemplos en la Edad Antigua, en la Edad Media y en la Edad Moderna. Es fundamentalque la oración sea pronunciada con una Fe plena y con el corazón puro. La fuerza de las plegarias es conocida en todas las culturas y religiones del mundo, y es que en tiempos de gran necesidad todo el mundo automáticamente reza. En la Oración el hombre se ofrece a una fuerza superior y con ello se espera que esta fuerza ayude a la consecución de la justicia. La existencia de algo más poderoso que las personas es algo que podemos constatar cada día observando la naturaleza y el universo. Esta fuerza es capaz de acabar con las situaciones de catástrofe natural. (Véase más sobre este tema en: Mahesh habla “De las catástrofes naturales”). La filosofía del Yoga nos enseña que las catástrofes se producen por los pensamientos y las obras de los hombres. Si los hombres dirigieran su pensamiento  de una manera positiva, si todos estuvieran dispuestos a hacer algo por los demás y se volvieran a Dios, en busca de ayuda, entonces sanaría el Espíritu del hombre y ninguna catástrofe sería posible.

Un ejemplo en este año:       

En Gujarat, en la India, tuvo lugar a comienzos de año un severo terremoto, que provocó 20.000 muertos. En ese momento, las personas sólo estaban interesadas en acrecentar su dinero por todos los medios. Dos meses más tarde se anunció para esta región un terrible tifón. A las personas, que no habían olvidado aún el horror del terremoto, no les quedó más que la oración para evitar una segunda catástrofe. Desde el anuncio del tifón, toda la región rezó día y noche. El tifón alcanzó la costa lleno de ímpetu. Cambió, por razones que los meteorólogos no pudieron aclarar, su dirección. La región fue respetada.

Tenemos otro ejemplo similar en Hamburgo. El 30-11-99 una fuerte tormenta alcanzó la costa del Mar del Norte. El presentador de las noticias dijo que no se sabía si nuestros diques aguantarían. La marea alcanzó la costa con una fuerza tan increíble, como no se había conocido antes. Mientras duraba la amenaza de la tormenta, un relativamente pequeño grupo de personas repetía constantemente una oración muy intensa. La tormenta alcanzó la costa llena de fuerza y antes de que el agua pudiera llegar a los diques, el viento cambió su dirección.

Todos debemos en estas situaciones extremadamente peligrosas rezar por la paz mundial. No arriesgamos nada, la oración no nos cuesta nada, nadie sabe si rezamos. Cuanta más fe tengamos en Dios, más efectiva será la oración. La oración del hombre es más poderosa que cualquier ejército.